martes, 28 de abril de 2009

La influenza y su mala influencia


Durante estos días, a partir de la llamada emergencia sanitaria por influenza porcina, he seguido atentamente las cifras y declaraciones que dan los políticos que se encuentran inmersos en este problema y ya no sé si reír o llorar.
Si bien nos encontramos inmersos en un problema de salud, no es válido que los políticos lucren con algo tan sensible entre la población. No ha faltado quien con o sin razón relacione el problema con las elecciones o con sus aspiraciones a futuro.
La gente está verdaderamente preocupada por esta situación. Son pocas las personas que vemos en la calle y además sin hacer caso de las recomendaciones sanitarias. Los mexicanos en su mayoría están tomando en serio el asunto, pero también hay otros a los que este tema no les parece importante y hasta de vacaciones a Acapulco ya se fueron.
Pero por qué hay quién toma a la ligera este tema, me pregunto y obtengo la respuesta luego de escuchar, por ejemplo, las declaraciones del gobernador Enrique Peña Nieto, donde nos dice que aquí, en el Estado de México no hay influenza porcina o las del ex encargado del despacho de la Secretaría de Salud, Roberto Martínez Poblete afirmando categórico que “el virus está controlado”.
Si observamos la tendencia nacional y mundial, entonces seríamos la única entidad en el mundo que no sufre de la enfermedad en el país donde se dio la mayoría de los brotes. ¡Martínez Poblete para secretario de la Organización Mundial de la Salud! Este hombre, con esas declaraciones debería estar ya candidateado para el Premio Nobel de Medicina, ser asesor en Estados Unidos y en Europa, para que comparta con el mundo su "fórmula mágica" con la que controló el virus de la influenza porcina que tiene a todos los países en jaque y que ha elevado la alerta mundial al nivel 5.
Y qué decir de lo declarado por el mandatario. ¿Cómo es posible que aquí no haya influenza porcina? ¿Acaso no es más grave y tendría que poner en alerta a las autoridades mexiquenses que los muertos hayan sido por influenza estacional, para la que se supone sí hay cura?
No es justo que en un afán de “quedar bien” ante el electorado, se ponga en riesgo la salud de los mexiquenses. Quien escuche estas declaraciones y crea en ellas, dejará de tener las precauciones del caso y desafortunadamente convertirse en una estadística más. Es hora de que los gobernantes piensen en el bien de la población, no en su imagen.
Mientras el presidente Calderón dice una cosa, aquí en el Estado de México se dice otra y como rúbrica, Peña Nieto pide que no se politice el tema. ¿O sea cómo? Después de esas declaraciones queda claro quién politiza qué.

PASOS EN FALSO
Lamentable que la imagen del México ante el mundo esté quedando por los suelos con este tema de la influenza porcina. Los medios internacionales dan una errónea imagen de lo que sucede en nuestro país. El gobierno sí debe de inmediato emprender una campaña para revertir lo negativo de la enfermedad y que dejen de señalar con el dedo acusador en todos lados a los mexicanos. A parte de narcos, ahora nos suman lo infecciosos. Habrase visto.

PASO A PASITO
Las campañas políticas ya empiezan la semana próxima; ojalá que este tiempo de descanso forzoso para muchos sea una oportunidad de pensar bien por quién habrá de votar en julio próximo. La manipulación de la imagen por encima del discurso y los hechos debe ponernos a pensar y decidir con racionalidad qué es lo que queremos para este país.

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